Dante escribió la Divina
Comedia en 1304 y se cree que la finalizó poco antes de morir, en el año
1321.
La obra tiene un estilo
llano que es empleado por Virgilio y otros poetas clásicos, el sentido literal
de la Comedia no es otra que la narración de un viaje a los mundos
sobrenaturales. Este tema fue frecuente en poetas grecorromanos, en la
cristiandad medieval y en “romans” caballerescos franceses.
Narra la travesía de Dante en el
Infierno, Cielo y Purgatorio con la ayuda de diferentes guías quienes
recibieron ordenes de mostrarle a Dante estos 3 lugares de la misma virgen María.
En el Infierno y Purgatorio lo guía Virgilio, dramaturgo romano autor de la Eneida.
En el cielo lo guía Beatriz, mujer de la cual Dante estaba enamorado pero que
en la vida real no le correspondió, pero aquí como homenaje a ella la
representa como la receptora de todas las virtudes humanas.
Su estructura externa es
de una prodigiosa y armoniosa arquitectura, su estructura interna es de una
armonía análoga. La unidad estética es inseparable de la unidad conceptual. La
obra consta de cien cantos. Está escrita en verso, en tercetos endecasílabos,
sometida además a las reglas del arte. Se encuentran dos posibles tipos de
divisiones: la primera posibilidad dice que el Infierno está dividido en
treinta y cuatro cantos y el Purgatorio y el Paraíso en treinta y tres cantos
respectivamente. La segunda plantea que el Canto I es una introducción o prólogo,
aunque vaya después del título, y que el resto de la obra esta dividida en tres
partes (Infierno, Purgatorio y Paraíso) de treinta y tres cantos cada una.
El Infierno es descripto
como una montaña en forma de cono invertido situado en el hemisferio boreal
cerca de Jerusalén. Los cantos que corresponden al Infierno están divididos en
nueve círculos, que van estrechándose hasta el centro de la tierra donde vive
Lucifer.
El Purgatorio es una montaña de cumbre plana y laderas
escalonadas y redondas, simétricamente al Infierno. En cada escalón se redime
un pecado para así poder llegar al Paraíso. Está
dividido en nueve terrazas.
El Paraíso es un lugar caracterizado
por esferas celestes movidas por coros angelicales, que se producen de los 4
elementos básicos: aire, fuego, agua y tierra. Está conformado por nueve cielos
y la ciudad de Dios, cada uno de ellos es una esfera que rodea la tierra, los
siete primeros eran los planetas conocidos, el octavo las constelaciones
solares y estrellas fijas, y el noveno estaba determinado por un cielo
cristalino que permanece inmóvil.
Personajes principales
Dante:
No se mencionan características físicas
del personaje solo habla de las características espirituales donde él se
presenta como hombre sabio de 35 años que se deja guiar y aconsejar por sus
diferentes guías a lo largo de la trama. En su época es un poeta muy reconocido
y su trabajo es muy apreciado por los mejores poetas de su tiempo.
En la obra representa la parte de los
sentidos y las apetencias humanas. Emprende su viaje el Viernes Santo del año
1300.
Virgilio:
Poeta nacido en el 70 a. C. y muerto
en el 19 a. C. Dante lo consideró su maestro literario y ejemplo de la sabiduría
humana. Es el primer guía que tiene éste a lo largo de la obra; aparece a
principios del Infierno y acompaña a Dante en su recorrido hasta finalizar el
Purgatorio. En la obra representa el saber filosófico y la parte racional del
alma.
Beatriz:
Es un espíritu en el cual Dante ve
reflejado el amor de su vida al cual describe como el símbolo de la fe. Es la
figura del alma bienaventurada que él aspira a ser. Es la segunda guía de
Dante, lo acompaña en su recorrido por el Paraíso.
El
hombre de la edad media (Guardini) y su
relación con la Divina Comedia.
El
hombre medieval reconstruye el mundo como un todo y asigna a cada ser un lugar
de alguna manera necesario. La vida permanece libre, sin trabas. Este siente al
mundo como algo divino que tiene un origen interior y recorre el camino, el
orden y el destino que se le asignan.
El
hombre medieval cree en la revelación bíblica que le proporciona la certeza de
una realidad divina ubicada fuera del mundo y por encima de este. Dios está en
el mundo conservándolo y plenificándolo, pero no pertenece a él; Dios ama al
mundo, pero no depende de él, ni lo necesita.
Según
Guardini, la soberanía divina se manifiesta fundamentalmente en el acto
creador. Dios, libre de toda necesidad interna y sin contar con elementos
preexistentes, constituye libremente el mundo a partir de la nada mediante
su infinita omnipotencia. Esta noción
auténtica de creación, sólo tiene lugar en la Biblia ya que en todas las demás concepciones, el comienzo
del mundo es relatado como una acción configuradora de los dioses que parte de
realidades ya existentes.
En
cuanto a la imagen del mundo en la edad media, continúa siendo la tolemaica
pero con un carácter totalmente nuevo que viene dado por la doctrina bíblica
sobre la soberanía de Dios, su poder creador y su gobierno providente. La
totalidad del cosmos es considerada como una enorme realidad esférica en cuyo
centro se sitúa la tierra (también esférica) y alrededor de ésta se
encuentran los cuerpos celestes. Por
encima de todo se halla el trono de Dios y en el centro de la tierra, como polo
opuesto, el infierno. Guardini cita, como ejemplo de esta cosmovisión, a la Divina
Comedia de Dante. En el Canto I de dicha obra, como ya explicamos
anteriormente, el Infierno es descripto con forma de embudo o cono invertido,
el cual está dividido en círculos decrecientes. Los círculos son nueve,
como la cantidad de esferas del cielo,
los cinco primeros forman el Alto Infierno, los cuatro último el Infierno
Inferior. Para Dante el Infierno va descendiendo desde la superficie boreal
cerca de Jerusalén, estrechándose gradualmente hasta el centro del globo terráqueo
donde vive Lucifer debido a que el hombre medieval a lo que estaba abajo era lo
indeseado.
En el Purgatorio Dante y Virgilio
suben la ladera de una montaña formada por siete terrazas distintas. Esta montaña
representa la travesía hacia el cielo que permite purgar las penas y cada una
de las siete terrazas se corresponde con un pecado capital.
El Paraíso se compone de nueve
esferas, que corresponden a los 5 planetas conocidos en la época (sin contar la
Tierra), la Luna, el Sol, el conjunto de estrellas lejanas y finalmente una
esfera cristalina que simboliza la ciudad de Dios. Cada una de las esferas
celestes se corresponde con una de las virtudes teologales.
En
lo que respecta al ámbito del conocimiento intelectual, Guardini afirma que en
la edad media no se da un desarrollo de la ciencia experimental semejante al de
la modernidad. Las obras de los pensadores antiguos constituyen un
conjunto de autoridades, especialmente las obras de Aristóteles.
Los pensadores medievales leen asiduamente esas obras y perciben en ellas la
expresión profunda de las verdades
naturales que sirven de auxiliares a las verdades de la fe y que deben ser
profundizadas, completadas e incluso corregidas a la luz de la revelación. Se
sitúan frente a la realidad como
contemplativos que intentan desentrañar el significado vital y existencial de
los seres creados. En la sumas se hallan plasmados los frutos de su tarea
intelectual contemplativa. En el canto IV del Infierno Dante y su guía bajan al
primer circulo, el Limbo, donde se encuentran las personas que murieron sin
conocer la fe. Dante
sigue siempre su propio orden de valores y su amplitud de criterio, primero
nombra a los poetas, que son como profetas y maestros de la vida humana y
espiritual, luego a los héroes y hombres de acción que fundan la civilización y
el imperio y por último a los filósofos que son quienes intentan explicar al
mundo.
Entre los grandes poetas de la antigüedad
nombra a Homero, Horacio, Ovidio y Lucano. Llega a un noble castillo donde
siete muros y siete puertas lo rodean, denominado “la mansión de los justos”.
Comienza a nombrar a los héroes de Troya: Electra, Eneas y Héctor. Sigue el César guerrero. Siguen los
personajes de la guerra de ocupación de Italia por Eneas: Camila, Pentesilea,
el rey Latino y su hija Lavinia. Bruto, Lucrecia, Julia, Marcia, Cornelia. Y
Saladino. Vienen a continuación los filósofos:
primero "el Maestro de todos", Aristóteles. Siguiendo su
criterio no duda en incluir a Sócrates y a Platón. Posteriormente Demócrito, Diógenes,
Anaxágoras, Tales, Empédocles, Heráclito y Zenón. Dioscórides, Orfeo, Tulio,
Lino y Zeneca. El geómetra Euclides, Tolomeo, Hipócrates, Avicena, Galenoy
Averroes.
Guardini
sostiene que la antropología medieval, considerada tanto en sus principios como
en su totalidad, es superior a la de la modernidad. Por esta razón la ética y
la moral se fundamentan en un ser
considerado desde una
perspectiva más integral, y
la filosofía del
derecho, así como
la filosofía social, establecen
conocimientos importantísimos para
el ordenamiento de la vida comunitaria. No obstante,
lo que no se puede
negar es que
el pensamiento medieval, al
colocarse bajo la orientación de las autoridades antiguas, corre el
riesgo de reproducir servilmente ciertas ideas. Si bien esto no se da
absolutamente en todos los casos, tuvo lugar en algunas ocasiones.
En
referencia a la sociedad medieval, el autor de El fin de los tiempos
modernos señala la presencia de dos instituciones entre las cuales existen
notables tensiones: la Iglesia y el
Imperio, representados respectivamente en la figura del papa y del emperador. Básicamente
los conflictos que se dieron se fundamentan
en dos posiciones opuestas: los emperadores
intentaron someter bajo su
poder a la Iglesia argumentando que el poder de su investidura provienes
de Dios, mientras que los
papas recurriendo
a su autoridad
espiritual exigieron la
sumisión de la
autoridad imperial. Según Guardini detrás de estas tensiones aflora una idea muy
relevante en el mundo medieval: Dios es el todopoderoso y las
estructuras de la existencia humana reciben de Él su soberanía y valor.
Un
elemento importante en la configuración de la sociedad medieval es el culto. La
ordenación de los tiempos gira en torno a las fiestas litúrgicas y el espacio
geográfico se ve elevado a un ámbito sagrado por la presencia de los templos,
capillas y monasterios. A esto se suman las manifestaciones artísticas que
mediante la pintura, las imágenes y la arquitectura remiten a pasajes de la
Biblia y de la historia de la salvación. De esta manera el mundo medieval se
transforma, según Guardini es un
conjunto de símbolos que elevan la mirada hacia Dios.
La
razón sola no alcanza, el hombre necesita de la fe para llegar a Dios. En la Divina
Comedia, finalizando el Purgatorio, Virgilio, quien representa el saber
filosófico en la obra, cede el lugar de guía a Beatriz, la cual es símbolo de
la fe. Según Santo Tomás de Aquino la fe es guía al hombre hacia su fin último:
Dios; supera la razón pero no la anula. Para lograr la comprensión de las verdades más elevadas,
aquellas con las que está relacionada la religión, es necesaria la ayuda de la
revelación.
Llegando
al final de su análisis sobre el mundo medieval, Guardini indica que para
percibir claramente el valor de la Edad Media es preciso liberarse de las
visiones prejuiciosas deformantes
propias del renacimiento y de la ilustración, así como de las visiones
exaltadoras del romanticismo. El patrón adecuado para valorar con acierto una época
es analizar hasta que punto ella permite con sus propias posibilidades el desarrollo de la existencia humana plena.
El
hombre medieval ve símbolos por todas partes. Para él, la existencia no se compone de
elementos, energías, leyes,
sino de formas. Las formas tienen
una significación propia, designan algo diferente, algo más elevado, es decir,
Dios y las cosas eternas. Cada forma se convierte en un símbolo, apunta hacia
aquello que la trasciende. La forma proviene de algo que está por encima de
ella, situado más allá de ella. En todas partes encontramos estos símbolos.
Dentro de la tradición cristiana, el valor simbólico de los números ejerció
sobre la mentalidad medieval una influencia difícil de comprender para los
modernos. Los “antólogos” de todos los tiempos se han ocupado del significado
estructural y simbólico del número, tanto en la Comedia como en las
otras obras de Dante. Sarolli es quien ha llevado más lejos el análisis y
destacó la importancia del número en la Comedia. A continuación
citaremos algunos ejemplos.
El
número 3 es ante todo el número trinitario por excelencia y con él se
corresponden el terceto encadenado inventado por Dante y las tres partes en las
que está dividido el poema sacro, cada una de las cuales consta de 33 cantos.
Se consideraba este último número como cristológico por representar “la
plenitud de la edad”, que fue precisamente la que Cristo tenía al morir para
redimirnos. También podemos pensar que el número 33 era para el autor una
duplicación del 3, con lo que habría que considerarlo como un nuevo número
trinitario. Cada una de las cantigas tiene 33 cantos, ya que, como dijimos
anteriormente, el canto I del Infierno es considerado como una introducción o
prólogo de todo el poema. La suma de este canto con las de sus tres partes, es
decir 1 + 33 + 33 + 33 = 100, da un número perfecto, que es a su vez el
resultado de multiplicar por sí mismo el número 10, considerado también
perfecto.
Sarolli
mediante el recuento del número de versos de cada uno de los cantos de la Comedia
y la interpretación de sus relaciones cuantitativas descubrió una serie de símbolos
numéricos. Estos cantos oscilan entre los 115 y los 160 versos; si sumamos los
dígitos de cada uno de ellos, nos encontramos con que éstos dan siempre un
resultado de 4, 7, 10, o 13, lo que de ninguna manera puede parecernos casual
en un conjunto de 100 cantos y menos si se tiene en cuenta el alto valor simbólico
de cada uno de ellos. En primer lugar, estos números son 4, y el 4, también uno
de los números de la suma, es el símbolo de la cosas temporales, puesto que cuatro
son las estaciones, cuatro los elementos y cuatro los números cardinales. Además
el 10, obtiene su perfección de la suma de los 4 primeros números, dado que 1 +
2 + 3 + 4 = 10. Dante al calificarse a si mismo como “tetrágono” hace que el 4
sea también el símbolo de la firmeza moral y, en cierta medida, de si mismo. El
7 es el número de las virtudes teologales más las cardinales. En cuanto al 10
basta con decir que es el número de la ley y la justicia por ser el de los
mandamientos del decálogo. El 13 representa a la ley (10) más el legislador (3
= Trinidad). Si se tiene en cuenta que son 13 los cantos de la Divina
Comedia cuyos dígitos dan resultado 13, no nos dará ninguna duda sobre la
intencionalidad del autor. Si tenemos en cuenta que, teniendo el poema un total
de 14.233 versos, la suma de los dígitos de ese número da igualmente 13.
Desde
la perspectiva de Guardini, en el hombre medieval se da un
ferviente anhelo de verdad que
muy pocas veces se repitió en la historia. Ese deseo de verdad no se concentra
en la investigación empírica como en la modernidad, sino que se adentra en lo más hondo de la realidad creada a la luz
de la revelación para alcanzar una explicación integral y profunda. Es a través
de la quaestio, que constituye la estructura de la sumas, y a través del
ahondamiento crítico y libre en la autoridades
como los auténticos pensadores
medievales articulan su
pensamiento. No obstante, a partir del siglo XIV todo esto se verán
inmerso en un progresivo cambio cultural.
Bibliografía:
*Alegorías, figuras y enigmas en la “Comedia”.
* El fin de los tiempos modernos. Romano Guardini, 1950.
Titanium Rainbow Quartz - titanium-arts.com
ResponderEliminarTribute to oakley titanium sunglasses a gem that has its own unique and exquisite design. ceramic vs titanium There's an titanium bolt exciting Quartz Quartz Diamond titanium jewelry for piercings diamond-shaped crystal, $24.99 titanium tent stakes